Por qué ni la IA ni tu cuñado pueden substituir a un copywriter

En este post te contaré por qué no puedes basarte sólo en la inteligencia artificial o en tu cuñado para que te escriba un buen anuncio.

En los últimos años no paro de ver cursos, masterclasses y noticias sobre las bondades de la IA. Casi que te hace hasta la comida. Incluso hay gente muy grillada (mal de la cabeza, en español de España), que se enamora y llega a tener una relación con ella (hay hasta una peli de eso).

Parece que la IA va a sustituir a todos los humanos del mundo y todos se van a quedar sin trabajo. Y más los copywriters, ya que escribir no es como hacer una operación a corazón abierto y cualquier software de inteligencia artificial te puede escribir un anuncio…Mediocre.

Y digo mediocre porque la chispa, el ingenio y las grandes ideas, nunca te las va a dar una IA. Te las va a dar una persona humana y real.

Para ser un buen copywriter tienes que tener creatividad. Y la inteligencia artificial, aunque te puede ayudar, no va a tener las grandes ideas que han creado campañas millonarias. Por eso es que las grandes empresas no contratan robots. Contratan personas.

Te pondré un ejemplo personalde por qué la inteligencia artificial nunca podrá substituir un buen copywriter.

Quería hacer un formulario desde cero, ya que el que Mailchimp trae por defecto tiene mucho javascript y en Worpdress me salían errores. Así que no me dejaba subirlo. Para colmo, el campo de “política de privacidad” no me funcionaba. Y si no funciona te pueden poner una buena multa.

Así que como últimamente pedía consejos a la IA para temas varios, se me ocurrió la espléndida idea de pedirle a la IA un formulario. El chiste está en que para que el formulario quedara como yo quería, tenía que saber algo de código html, y de Mailchimp, ya que para que el formulario funcionara, tenía que decirle el “form action” de Mailchimp y aclararle que pusiera un checkbox que dijera “Acepto la política de privacidad” y luego linkear “política de privacidad” a mi web de política de privacidad.

Me lo dio como yo quería, con los colores que quería. Pero pasaba una cosa. No me salía el formulario de forma que ocupara todo el ancho del contenido. Se lo pedí, y me lo movió a la izquierda de forma que solo se veía medio formulario. Gracias a que sabía dónde estaba el código CSS que trataba el ancho del formulario pude hacerlo a mano.

Conclusión. La inteligencia artificial me quitó muchos dolores de cabeza (como psicólogo no tiene precio, y ahí os podéis ahorrar mucha pasta) pero tiene algunos errores. Así que como ayuda, ayuda bastante, pero la guinda del pastel la tienes que poner tú.

Luego está el tema del cuñado (o el amigo, o el primo). Normalmente los agarrados que no valoran el trabajo ajeno son los que te sueltan el típico “es que mi cuñado/primo/novio/amigo me lo hace más barato”. Ya pero es que tu primo (a menos que sea un profesional de esto, que lo dudo, pues si no, no vendrías primero al profesional), no sabe ni lo que es un público objetivo, ni sabe lo que es una tendencia en el mercado, que la atención es muy importante o lo que es una llamada a la acción.

El cuñado/novio/amigo/primo te puede hacer un anuncio gratis. Pero lo más seguro es que no vendas nada y pierdas dinero (sí. No ganar dinero es una forma de perderlo).

En cambio con un buen copywriter (tampoco es plan de dejarse estafar), a corto plazo gastarás dinero, pero a largo, lo ganarás e incluso duplicarás la inversión.

Por cierto, le he pedido a la IA que me escribiera un título hablando sobre esto, y me ha parecido muy flojo. Creo es que este es de los pocos blogs hoy en día que no están escritos con inteligencia artificial (prefiero la estupidez natural). Aquí te lo dejo para que veas que el mío es más personal y se nota que lo ha escrito un humano que habla honestamente y sin postureo.

Escribeme un articulo titulado «por que ni la IA ni tu cuñado pueden sustituir a un buen copywriter»

Por qué ni la IA ni tu cuñado pueden sustituir a un buen copywriter

Vivimos en la era en la que todo el mundo escribe: los community managers, los CEOs, los becarios… y, por supuesto, la inteligencia artificial.
Ah, y tu cuñado, que desde que abrió un canal de YouTube se considera “comunicador digital”.

Pero seamos sinceros: escribir no es lo mismo que saber vender con palabras.

1. Porque un copywriter no solo escribe, persuade

Un buen copywriter no junta frases bonitas ni repite clichés motivacionales. Su trabajo consiste en entender cómo piensa, siente y decide una persona… y usar las palabras adecuadas para guiarla hacia una acción concreta.
La IA puede generar un texto correcto. Tu cuñado puede soltar frases como “hay que ponerle gancho”. Pero solo un copywriter sabe dónde colocar ese gancho para que pique justo quien debe.

2. Porque la IA no tiene calle (ni olfato humano)

Sí, la IA escribe rápido, sin café y sin quejarse del cliente. Pero también sin alma, sin ironía real y sin contexto emocional.
Puede aprender patrones, pero no entiende por qué una madre se ríe con un anuncio de pañales o por qué un gamer compra por nostalgia.
Un copywriter sí. Porque vive, observa, escucha, y traduce todo eso en mensajes que conectan con personas, no con algoritmos.

3. Porque tu cuñado confunde escribir bien con vender bien

Tu cuñado cree que el texto perfecto lleva muchos adjetivos y frases largas. O que “cuanto más técnico, más profesional”.
El copywriter, en cambio, sabe que menos es más. Que un verbo directo vende más que un párrafo entero. Y que a veces un simple “haz clic aquí” puede mover más dinero que cien palabras grandilocuentes.

4. Porque el copywriter no solo escribe: piensa estrategia

Antes de poner una sola palabra, un copywriter analiza el público, la propuesta de valor, la competencia y el tono de marca.
La IA puede ayudarte con ideas y estructura, sí. Pero sin dirección humana, el resultado es un texto que suena bien, pero no funciona.
Y tu cuñado… bueno, él “haría un vídeo mejor”.

5. Porque las palabras bien usadas mueven negocios

Un copywriter no trabaja para llenar páginas, sino para generar resultados.
Convierte visitas en clientes, dudas en decisiones, clics en ventas.
Y eso no se logra con inspiración momentánea ni con prompts genéricos. Se logra con método, prueba, error y mucha empatía.

En resumen:

La IA puede ser una gran aliada. Tu cuñado, un buen entretenimiento en las comidas familiares.
Pero si quieres que tus palabras vendan, convenzan y conecten, hay algo que todavía no puede sustituirse:
👉 un buen copywriter.